En las páginas que renacen ante mis ojos
las palabras se confabulan
para salir del silencio
solas o en tribu.
Hablan suavemente al oído,
o con sus gritos
me despiertan
la imaginación.
En mi biblioteca
se escuchan voces
que salen de las letras
amarilleadas
y, se siente la presencia de un Dios
que se hace verbo y poeta
a cualquier hora del día,
para crearme universos despiertos.
En cada libro
nace un peregrinaje
que a veces no termino.
Soy ese buen lector
que resucita lázaros de papel.
¡Libro, levántate y anda!
Desplázate por toda la casa,
eres mi huésped del sueño y la vigilia.
Campaña Pro Tejer Infancias – Promoción de la lectura
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